martes, 17 de noviembre de 2015

La perfección que enferma

Frente al estereotipo social de la mujer ideal, existe la verdadera mujer: la mujer real
por Sofía Puch
Fuente: www.pixabay.com

Las mujeres reales están lejos de ser el estereotipo de mujer perfecta entregada por los medios de comunicación. Es difícil no verse afectada por la imagen que los medios imponen de la figura femenina y este es un tema que entra en debate siempre: cómo la sociedad se apropia de una imagen que los medios imponen de la figura femenina que no es y cómo la mujer real afronta esta situación.

Surgen en muchas mujeres comportamientos de riesgo, relacionados al culto que le hacen al estereotipo ideal de mujer, a la modelo de la publicidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta sobre esta problemática, ya que entre las enfermedades mentales que sufren las mujeres, cada vez son más los casos de trastornos alimenticios, a causa de querer ser parecerse al estereotipo fabricado principalmente por los medios.

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http://easel.ly/infographic/ylrdyd

La televisión, sitios de Internet, las publicidades en la mayoría de los casos, imponen un estereotipo de mujer que no se asimila en nada a la real. Desde la publicidad del traje de baño hasta el perfume femenino es acompañado siempre por la señorita de cara hermosa y de cuerpo escultural.


El problema frente a las decisiones de empresas, es lo que causa esa imagen en la mente de las mujeres reales, cómo afecta en su vida no ser esa mujer perfecta, ya que además la sociedad que consume se adapta también a la falsa idealización de la imagen femenina.

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http://easel.ly/infographic/abm494

Todas las mujeres en algún momento de nuestras vidas, nos observamos y renegamos por nuestra figura, nuestro rostro o por alguna marca de nosotras mismas con las que no estamos conformes. A todas no nos afecta por igual, pero en muchos casos, la mujer sufre trastornos por no sentirse cómoda consigo misma. Mentalmente la mujer se ve influenciada y la perfección femenina presente en los medios, llega a enfermar.

Fuente: www.pixabay.com

Los principales trastornos que sufre la mujer están relacionados con la falta de aceptación con su propio cuerpo por el cual se obsesionan, teniendo como referente a la mujer de la publicidad. Esta falta de aceptación genera a la vez, inseguridad con una misma y una seguidilla de acciones por lograr ser el "modelo ideal". En muchos casos, la obsesión termina en trastornos alimenticios, en enfermedades como bulimia y anorexia.

Un lugar donde hablar la problemática

El centro psicológico A ser salud ubicado en General Rodriguez, trata este problema en mujeres, principalmente en adolescentes de entre 18 y 21 años, que se obsesionan con su cuerpo, que tiene en la cabeza la idea de que la belleza y la perfección están estrechamente unidas a la delgadez extrema, ya que es la idea que elogian y pagan los medios, principalmente en lo que tiene que ver con la moda que visten las mujeres sumamente delgadas.

La importancia de la apariencia física en las adolescentes principalmente, las lleva a cometer locuras, es tal la obsesión por verse bien, que su mente las desvía a ir por caminos peligrosos, por ejemplo, a la decisión de no ingerir alimentos por días, al encierro, a la depresión.

Centro psicológico  A ser salud

Florentina Gomes, psicóloga del centro nos ayuda a entender mejor el problema y a cómo enfrentarlo. Principalmente plantea la pregunta: ¿Para qué queremos ser perfectas? ¿Para una misma, o para los demás?


A continuación la segunda parte de la entrevista: la psicóloga nos plantea que cuestiones trabajar para afrontar nuestras inseguridades.


La realidad como esta planteada no sugiere cambios a la hora de ser conscientes del problema que produce en la cabeza de muchas mujeres. Las mujeres reales, aquellas que no visten la moda en las grandes pasarelas, ni que salen en las publicidades de productos femeninos, chocan con ella día a día. A muchas no les afecta, a otras, las enferma. Debemos trabajar nuestra mente y aceptarnos como somos para vivir en una sociedad marcada por el estereotipo falso del modelo ideal femenino.